De pronto veía claras muchas cosas, muchisímas, pero todavía exitían, lagunas, riberas inexplorada, interrogantes, rincones a los que no alcanzaba la mano del raciocinio.Los aciertos se mezclaban con los errores, los caminos se cruzaban a veces de manera que al final resultaba difícil entender cómo partiendo de algo bueno, se llegaba a algo malo y viceversa. Si la vida era compleja, verla de repente en un rápido aliento, le aturdía mucho más.Días olvidados se convertían en el eje de decisiones arriesgadas y decisivas tomadas con posterioridad, y días en apariencia significativos derivaban en circunstancias intrascendentes y momentos carentes de relieve.
Había exprimido el limón y ahora le tocaba beberse el jugo. Aprender
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