La primera parada del corazón llegó cuando cruzamos las miradas , esa milésima de segundo en la que mi cabeza opta por acacharse y huir, a pesar de todo lo que habíamos hablado , entre otras cosas no me circulaba la sangre era lo único que podía hacer.
La siguiente situación se ubica cuando le tengo detrás, cada uno a sus cosas. Aparente indiferencia. Espalda con espalda y un amigo me dice:
-¿Ese es tu amor platónico?
Mientras yo asentía con la sonrisa ya puesta contesta:
- Valiente gilipollas.
Y STOP, otro tiro al corazón ¿ Seré yo que estoy muy ciega?¿ O es que le conozco verdaderamente? Pero estoy segura de la respuesta.
Mi defensa escueta sobre él no cambia su manera de pensar, pero tampoco me preocupa.
Y aparece por la izquierda, todos apretados , entre demasiada gente y mis irreverentes ganas de su colonia hacen que llame su atención, la misma que antes había ignorado.
Está hablando, pero me aprieta fuerte la mano para que espere y de repente me bloqueo y empiezo a dudar sobre mi decisión. Sonrisa. Beso fuerte.Abrazo y algo que me dice.
Algo que no oigo porque mi atención esta repartida entre sus ojos y su sonrisa. Y me pregunta que porque no le he avisado que iba a estar ahí.
Ataque de sinceridad que sale solo:
-Porque no quería venir, pero a ultima hora nos han dado las invitaciones y aquí estamos.
En realidad es que no quería verle, o sí, no sé , si verdaderamente no hubiese querido verle no habría ido , y sin embargo allí estaba manteniendo o intentando mantener una conversación con el.
Extraña la cara , sin entender del todo mi respuesta, cosa bastante normal pues ni yo misma me entiendo.
Y de repente sin preguntar , la Ana mas divertida se lanza a darle un abrazo, para relajar la tensión del ambiente, pero solo consigue ponerme más nerviosa cuando me lo devuelve.
Acto seguido me dice que quiere decirme una cosa, frase que hace que se me pare el pulso y a la vez se me desboque.
Involuntariamente le pongo su mano en mi pecho , señal de advertencia : Ten cuidado con lo que vas a decir.La quita y se ríe.Bendita sonrisa.
Nos vamos a una esquina y empieza retomando nuestra ultima conversación , repitiendo que necesitaba decirme todo eso y que lo sentía, mi boca no articula palabra , no es capaz , pero en mi sonrisa se lee un :Gracias.
Sigue con su monólogo pero sin dar más detalles, hace una reseña a San Juan que escuece, interrumpo casi sin darme cuenta :
-¿Pero porque pides perdón? Eterna pregunta que obviamente no fue contestada con detalles, vuelve a generalizar, maldito rotondas.
Cambia de tema y me propone vender noseque , porque tal y porque cual,ahora estamos en rollo: " Colegas de to la vida", me explica que está haciendo y donde se ha metido , cosas que yo ya sabía de antemano, hace refencia a algo parecido de vender mantas a gente del desierto.
Pero yo sigo nerviosa y me limito a asentir, tengo ganas de desahogar la tensión / impotencia que me recorre por dentro , pero algo en mi cabeza, que ahora vuelve a pensar con cierta claridad me dice : ¡No vayas a soltar ni UNA! .
Le hago caso.
Terminamos de hablar , tengo la boca seca y una sensación que no se si es buena o mala . Necesito tomar el aire , me salgo , me siento y empiezan a caer sin tregua, a causa de la tensión, la impotencia ,el no saber a que viene esta sensación, necesito relajarme , miro el reloj : 5:30 AM buena hora de irse a casa.
¿Sabeis que es lo mejor de todo esto? Que yo estaba segura de que esto iba a pasar y aun con el cuerpo echo se me iba de las manos.
¿Y lo peor? Que ni yo misma me entiendo , ni se lo que quiero ni soy capaz de controlarme.
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