Cuentos de princesas .

A diferencia de otros amores, basados en las fantasía de los cuentos de princesas, este solo tiene una cosa en común con ellos , que cuando estoy a oscuras rozando el placer de soñar, me acuerdo de tí.

Pero en mis pensamientos  no se ven hadas cumpliendo deseos, ni largas cabelleras que escalar para salvar a la princesa, los mios rozan la locura. Imagino esas cosas que me gustarían que pasaran. Cierro los ojos fuerte y te imagino encima de mi, con las lenguas enredadas en un bucle de pasión y excitacion, que solo se calma cundo llegamos al climax. Te imagino rozandome suavemente los pezones con la lengua , mientras me acaricias , en ese sitio que tu sabes que hace que se me erice la piel y me tiemblen las piernas .
Veo como me acelero teniendote cuanto menos cerca. Y te noto debajo y duro , y me convierto en gata , a horcajadas encima de ti y con hambre. Un hambre voraz que acaricia el alma, puedo sentir nuestro sudor de un 24 de diciembre y unas manos locas por encontrar la calma, unas manos que no se cansan de buscar ese extasis , que solo puede proporcionarnos las embestidas contra la pared mientras me coges en volandas, con mis brazos estirados sobre mi cabeza notando la temperatura en desajuste con mi cuerpo de la pintura azul  que reviste la pared, esa que se resiente a tus fuertes empujones.
 Movimientos que te llevan al cielo y que te bajan de el cuando cesas, un cielo que se puede leer en mis ojos ardientes y los tuyos apretados.

Casi puedo degustar tu sabor salado, tus mordiscos desvocados.Casi puedo palpar tu espalda interminable. Casi puedo situarme en tu cuello, puedo notar el calor que emana de mi boca y rebota contra tu piel para volver a mi. Casi puedo notar ese aire que se que me falta y que solo tu me das. El placer de saltar encima de ti , el placer de ver tu cara exitada cuando bajo y cuando subo.
Podría jurar que noto el chorro de agua fría que rebota de ti para empaparme, situación que ya venia de serie conmigo , cada vez que se te ocurre pasarme la mano por el interior de los muslos.

Casi puedo vivir ese momento, no real hasta ahora , en el que me das la vuelta mientras nos duchamos, y aprieto los azulejos resbaladizos con media sonrisa, ese momento en el que yo me vuelvo loca al sentir tus manos en mis caderas.Y aun peor cuando entras dentro .

Y de repente abro los ojos, me desenrredo de la manta y me encuentro retorciendome ,en una cama ahora solitaria, y con el regusto de ti en la boca.